Buscando en la blogosfera (útiles) consejos sobre Cómo escribir un libro (y no morir en el intento), me encontré con Abel Amutxategui. Me llamó la atención su sentido del humor y aún más, que haya escrito:
’Su muerte, gracias’
Samuel es un vendedor de suicidios obligado a encontrar su primer cliente.
Lástima que al hacerlo vaya a poner al mundo al borde de la destrucción, y que sólo una trasnochada Muerte pueda salvarlo.
Le invité a dar un paseo por el Jardín Inglés para charlar sobre su libro, talleres literarios, café, polémicas, la vida y la Muerte (que, algunas veces, se va de vacaciones)…
… y aceptó.
El personaje principal de tu novela es un vendedor de suicidios. ¿Cómo se te ocurrió la idea? ¿Crees que en el futuro habrá máquinas expendedoras “de suicidios”?
Hace años leí ‘La tienda de los suicidas‘ de Jean Teulé. En esta novela se habla de una familia que regenta una tienda de suicidios, y en la que nace un hijo con unos intereses bastante menos oscuros que los de su familia. La idea de la tienda de suicidios me gustó mucho… pero no así el posterior desarrollo que le daba el autor. Después de aquello me encontré con alguna que otra novela que trataba el tema del suicidio de un modo de todo menos melodramático (como ‘En picado‘, de Nick Hornby), pero ninguna de esas novelas lograba quitarme de la cabeza la idea de la tienda de suicidios y todo el juego que podría dar debidamente desarrollada. Así que al final no me quedó más remedio que escribir yo mismo ‘Su muerte, gracias‘.
¿Con qué personaje de tu novela te identificas más?
Me temo que todos los personajes tienen algo de mí, y no para bien. Siempre tiendo a compartir más con ellos mis defectos que mis virtudes. Si me tuviera que quedar con uno solo, me quedaría con la Muerte. Un ser tan poderoso como él, eterno, que está disfrutando de unas bien merecidas vacaciones… y que ni aun así consigue estar contento. Creo que tenemos mucho en común, por no hablar de nuestra ineptitud al ajedrez.
¿Cómo te gustaría morir? (de buen rollo, ¿eh? No queremos que te pase nada)
La muerte me da un pánico terrible. Creo que por eso he escrito una novela como ésta, tal vez a modo de sublimación (¿hay algún psicólogo en la sala?). Así que, parafraseando a Woody Allen en una cita bastarda, dejémoslo en que preferiría no estar allí cuando la Muerte venga a por mí.
¿Sigues algún método para planificar una novela (crear personajes, capítulos, …)?
Suelo partir de una idea inicial que me resulta atractiva y que no me logro quitar de la cabeza por mucho que pase el tiempo. Esa idea puede ser cualquier cosa: un fragmento de una escena, un punto de partida para una historia, un personaje, etc. A partir de ahí, me hago preguntas hasta que tengo el esbozo de una sencilla trama, que voy diagramando en tarjetas y colgando en un tablón que tengo junto a mi escritorio. Las escenas de esa trama básica me llevan a definir algunos personajes que me llevan a necesitar otras escenas de apoyo… y para entonces la bola de nieve narrativa ya ha echado a rodar.
Para escritores no-profesionales, que nos cuesta sacar tiempo para leer y escribir. ¿Crees que es imprescindible una rutina diaria (como lavarse los dientes)?
Hay una cita del violinista Jascha Heifetz que me encanta sobre este tema: “Si no ensayo un día, lo sé yo. Si no ensayo dos días, lo saben los críticos. Si no ensayo tres días, lo sabe todo el mundo”.
Lo que está claro es que hay que trabajar el músculo narrativo del mismo modo que trabajamos otro tipo de músculos. Aunque, ¿con qué frecuencia?
Yo, por mi particular forma de ser, necesito hacerlo todos los días. Si no hago avanzar la historia un poco, aunque no sea más que unas líneas, noto cómo las ideas, y con ellas las palabras, se me empiezan a agarrotar. Pero cada uno debe adaptar su rutina a sus circunstancias vitales y a su propia forma de ser. Lo que sí que tiene que ser es eso: una rutina.
Y para los que ya han terminado una novela, pero no tienen nada publicado, ni son conocidos, ni tienen enchufe con ninguna editorial. ¿Cuál crees que es el mejor camino para publicar (y no morir en el intento)? (editoriales, auto publicación, crowfunding, …)
El mejor camino es aquel que te lleve a trabajar con gente competente que entienda lo que quieres hacer con tu trabajo y te ayude a sacar lo mejor de él. Y esta gente puede ser lo mismo parte de la plantilla de una gran editorial, que pueden ser un corrector de estilo freelance y un cuñado que es un genio del diseño gráfico. Lo difícil es dar con esas personas.
Concursos literarios: ¿merecen la pena para darse a conocer o están todos amañados (que es la razón por la que no gano ninguno)?
Las editoriales sólo se dejan impresionar por los resultados de los concursos que han convocado ellas mismas. Los concursos literarios pueden ser un buen modo de ganar dinero pero, lamentándolo mucho, no te van a facilitar el camino hacia un contrato editorial.
¿Qué opinas de los Talleres para escritores? ¿Son una pérdida de tiempo?
Como todo en la vida, depende. No creo demasiado en los talleres generales, pero sí que confío más en los seminarios cortos en los que uno trata de mejorar un aspecto concreto de su narrativa.
¿Crees que son necesarias las redes sociales para que un autor pueda darse a conocer o está demasiado expuesto y puede volverse en su contra?
Las redes sociales son vitales para cualquier escritor hoy en día. Se publican tantos libros, y tienen todos ellos una vida tan corta, que no puedes fiar todo el trabajo al comercial de la distribuidora de turno.
¿Escribes “a mano” (boli y papel) o “a máquina” (Word, …)?
Tomo muchas notas a mano, pero paso al ordenador en cuanto toca empezar a escribir el primer borrador de cualquier texto. Durante algún tiempo usé Scrivener, pero el entorno me distraía demasiado y ahora mismo escribo en un procesador de textos normal y corriente. En épocas de escritura compulsiva también uso Evernote, para poder escribir en cualquier parte usando el teléfono.
¿Cuánto cuesta un café con leche?
En la cafetería de al lado de casa, 1’20€. En la máquina de la oficina nos dan un poco de zumo de calcetín por 35 céntimos. Y en los bares del centro toca rascarse un poco más el bolsillo.
Un libro de lectura imprescindible (y que no sea tuyo)
‘2666‘ de Roberto Bolaño.
¿Eres supersticioso?
Para nada. Ser supersticioso trae muy mala suerte.
El escritor, ¿nace o se hace? Es decir, ¿es necesario tener talento natural o se puede conseguir trabajando duro?
El amor por la literatura nace, pero el escritor se hace. A veces confundimos el talento con un trabajo duro del que no hemos sido testigos. A escribir se aprende escribiendo, y sobre todo deconstruyendo y analizando lo que han escrito otros antes que nosotros. Puedes escribir un relato genial en un arrebato repentino, pero no cincuenta.
¿Puede escribir un poema de amor alguien insensible? ¿O una novela de terror un miedica?
Puede, siempre y cuando sea un buen observador y haya aprendido cómo sentiría un enamorado o un valiente aventurero.
No entiendo esta cita que te gusta: “¡Me convirtió en grillo! Y mejoré”.
Es de la película ‘Los caballeros de la mesa cuadrada‘, de los Monty Python. Una pequeña muchedumbre está acusando a una mujer de brujería, mientras un hombre de ley les recuerda que es necesario probar que es una bruja antes de condenarla a la hoguera. Entre el tumulto, un hombre se adelanta con el que cree que es el argumento definitivo: “¡Me convirtió en grillo! Y mejoré”.
¿Qué te resulta más difícil: estructurar la idea de una novela o escribirla?
Me cuesta mucho más escribirla. Estructurar una novela me resulta relativamente sencillo, uno sólo tiene que hacerse preguntas y atar cabos. Pero con la escritura llega la hora de la verdad: la hora del “y si no le gusta a nadie”, la del “es la tercera vez que reescribo esta escena y aún no es lo que debería ser”, etc. Para mí, está segunda fase es mucho más exigente en el plano psicológico.
¿Qué fue de tu polémica con Iñaki Gabilondo?
Por suerte para ambos, terminó bien. De hecho, hoy ninguno de nosotros se acuerda de ella.
¿Qué consejo le darías a la gente joven que empieza a escribir?
Que tengan bien claro lo que quieren hacer con su trabajo y que no idealicen el mercado editorial. Que sepan que no pasa nada por rechazar la oferta de una agencia o una editorial, porque la batalla no termina cuando eres publicado, sino cuando eres leído.
La batalla no termina cuando eres publicado, sino cuando eres leído.
¿Y a los no-tan-jóvenes?
Ver la respuesta anterior, pero con un sentido de la urgencia más marcado.
¿Crees que está valorado ser escritor? ¿Se liga más? ¿Te dan cosas gratis (chupitos, toallas en los hoteles, …)?
Está valoradísimo. A veces incluso me han hecho pasillo hasta el vertedero en el que vivo.
Tengo un cuñado que dice que escribe. ¿Cómo me puedo escapar de sus monólogos sobre su novela?
Recuerda que tú también eres escritor. Mientras te habla puedes aprovechar para pensar en las próximas escenas de tu novela y cabecear afirmativamente sin hacerle el menor caso.
¿Cuáles son las palabras que más usas?
¿Últimamente? “’Su muerte, gracias‘ trata de un vendedor de suicidios fracasado que…”
¿Eres del “Club contra los Adverbios (-mente)”?
Naturalmente.
¿Te gustaría ganar el Nobel de Literatura o ligarte a Isabel Preysler?
Me hacía ilusión ser el primer escritor en tener una empresa off-shore, pero veo que me han quitado ese dudoso privilegio. Igual que lo del Nobel. Y lo de la Preysler. No sé por qué sigo escribiendo, gracias por recordármelo.
¿Dónde podemos conseguir tu libro? ¿Y dónde podemos ir a que nos lo dediques?
El 13 de Mayo estaré en Madrid, presentando ‘Su muerte, gracias’ en la librería Muga (Av. de Pablo Neruda, 89), y el 4 de Mayo estaré haciendo lo propio en la librería Elkar de Bilbao (calle Iparraguirre, 26). Allí habrá risas y buena compañía.
Estáis tardando en apuntar estas fechas
La novela está a la venta en los principales portales web (Amazon , La Casa del Libro , etc.) y la podéis pedir en vuestra librería de confianza como cualquier otro libro. También podéis comprarla en la web de la propia editorial libros.com.
¿Tu próximo proyecto (o es alto-secreto)?
Tengo un libro infantil pendiente de corrección, y estoy trabajando en un libro de relatos que sigue la senda de ‘Su muerte, gracias’.
Gracias, Abel, por tu tiempo y tu sentido del humor.
Y gracias a los compañeros del Taller ‘Isla de Tinta’ que habéis enviado vuestras preguntas para esta entrevista. Espero que disfrutéis con las respuestas.
¡Feliz lectura!
Pingback: En Mayo: Su muerte, gracias – En el Jardín Inglés