¡Lo consiguió!
Nadie pensó que lo lograría, pero ahí estaba. Había alcanzado su objetivo y se sentía tan orgulloso de sí mismo. Recordaba a todos aquellos que se rieron de su idea, los que le llamaron iluso y soñador.
Todos ellos seguían enganchados, mientras él disfrutaba de la anhelada libertad.
No fue una decisión fácil: desconectó el móvil y apagó el ordenador, salió de paseo y escuchó —por primera vez en mucho tiempo— el silencio.
En el Jardín Inglés 
Es segundo objetivo que te recomiendo…las clases de YOGA..apuntate. Ya puedes con todo, despues de alcanzat una meta que pocos consiguen. jajajaj Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Creo que es lo único que me falta, ¡gracias por el consejo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Adelanteeeee…
Me gustaLe gusta a 1 persona
https://laacantha.wordpress.com/2016/12/10/yoga/…leelo para familiarizarte..jajajaj
Me gustaLe gusta a 1 persona
Eso está hecho, gracias 🙂
Me gustaMe gusta
Parece novela futurista, ¡ p
Me gustaLe gusta a 1 persona
De un futuro no-muy-lejano, me temo
Me gustaMe gusta
¡pero ya estamos en eso!
Las redes se han apoderado de nosotros.
Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Todavía quedan ‘valientes’ (¿soñadores?) que intentamos escapar de esas redes y desconectarnos… aunque sea tan solo por un rato.
A veces es muy difícil, por no decir imposible, salir de la dinámica digital 😦
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Wow!, me recordó un día que salí al bosque a pensar y fue muy gratificante
Me gustaLe gusta a 1 persona
Una experiencia que hay que repetir 😀
Me gustaMe gusta
En estos tiempos el silencio es un lujo, cierto. Debemos desconectar nuestros aparatos de vez en cuando y reconectarnos a nuestras emociones. Nos iría mejor. Saludos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Al menos una vez a la semana, ¿no te parece?
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias!!! Al silencio y a ti =O)
Me gustaLe gusta a 1 persona
Que lo disfrutes 😉
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muy bonito, muy buen relato.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pingback: Las 10 mejores publicaciones de enero – ¡Mecachis Mama!
Pingback: En el Jardín Inglés: Evasión | AGUA SABOR A CAFÉ