El Hombre-árbol

En su huida desesperada atravesando los bosques, llegó a un claro iluminado por una luz púrpura.

Cerró los ojos y su cuerpo se conectó con la Tierra. Las raíces crecieron desde las plantas de sus pies, hundiéndose hasta las profundidades. Se hicieron más gruesas y resistentes. Vencieron a los parásitos y a las plagas olvidadas, para alcanzar el mismo Núcleo.

Sintió la fuerza, la alegría y la esperanza.

Una luz cálida emanó desde sus entrañas para envolver su cuerpo e iluminar a su alrededor, borrando las sombras y la oscuridad.

El hombre-árbol dejó de tener miedo.

La Naturaleza le protegía.

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4 comentarios en “El Hombre-árbol

  1. Harold Cortes

    Muy interesante el cuento. Me ha atrapado de verdad. Me parece que todos en algún momento de nuestra vida debemos volver a nuestras «raíces», volver al inicio de todo, a la conexión con la vida, con nosotros mismos.
    Ese cuento me recuerda al primero que escribí: Horacio y el Árbol de Peningar >> http://bit.ly/2pKyA2A.
    Saludos, excelente microcuento.

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