Tal vez ser inmortal no sea tan buena idea. Puede ser divertido las primeras veces, pero tras cinco generaciones la Tribu del Lago está desesperada viendo cómo la Madre Naturaleza es agredida y no pueden salvarla. Una maldición pesa sobre ellos y sus espíritus no pueden fundirse con la Madre. No son de este tiempo, el mundo es completamente distinto para ellos y el Gran Enemigo les sigue la pista para vengarse.
Sakima, ojos de Águila, construyó una inmensa Organización formada por intelectuales, curanderos, guerreros, mensajeros, buscadores y espías para proteger a todos los miembros de la tribu a lo largo de los años y las reencarnaciones. Y para encontrar a Xiana, la misteriosa heroína del poblado, pues solo ella puede acabar con la maldición.
Una fotografía en una red social será la pista para que Sakima, Wapasham Tadi y Lobo viajen hasta A Coruña para buscar a Eva, una profesora de filosofía.
Pero no son los únicos que han dado con ella. Comienza entonces una huída desesperada para protegerla y ayudarla a recordar.
Los capítulos alternan la historia presente con el pasado, permitiendo al lector descubrir las leyendas y los secretos tras cada uno de los personajes. La Naturaleza, el respeto por el medioambiente, las injusticias contra las minorías y la magia están presentes en las páginas de este libro.
Lucía ha hecho un fantástico trabajo de documentación y construcción de escenarios y mundo de ficción, así como de los personajes. En este libro, Lobo es uno de mis personajes favoritos junto con la enigmática Kimana, la mujer-mariposa.
Mucha acción y buen ritmo, aunque a veces los detalles (necesarios) para comprender la trama en profundidad son demasiados.
El final de ‘Sin pruebas no os creeré‘ es abierto y termina en un momento de máxima tensión, así que es bueno tener a mano la segunda parte, ‘Recordadme quién fui’.
En el Jardín Inglés 
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