Y no me creías.
No los que se ocultan bajo las camas o dentro de los armarios. Ni los que se agazapan en los callejones siniestros.
No. Esos no.

Y no me creías.
No los que se ocultan bajo las camas o dentro de los armarios. Ni los que se agazapan en los callejones siniestros.
No. Esos no.
Se levanta en medio de este río de aguas hediondas, justo donde su cauce es más ancho y la corriente más fuerte.
Nadie ha conseguido alcanzar su orilla y dicen los ancianos del lugar que, en las noches sin estrellas, se pueden escuchar lamentos sin consuelo.
Tomándose su tiempo. El nómada mira al cielo cubierto de nubes sombrías y sus labios esbozan una media sonrisa.
La lluvia vaciará las calles de gente y borrará sus huellas. Limpiará el aire y lavará memorias.
Me fascinan los nombres de los tonos de colores. Cualquier catálogo Pantone es un disparador de creatividad: rojo verdadero, lirio de tigre, dólar de arena, iris azul, mimosa, tango de mandarina, marsala, serenidad, reloj de sol, …
Noche de invierno infinito.
Noche infinita de invierno.
Frío perenne en los huesos.
Corazón aterido.
Azul sereno. Azul estoico.
En contraste con el microcuento del lunes, estos son algunos de los ingredientes del postre más caro del mundo, las fresas Arnaud. Y esta semana son, además, las
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Y una patata.
Cinco pares de ojos hundidos en sus cuencas y cinco estómagos vacíos.
Fuese tu día de suerte. O la suerte la creases tú.
Sea como sea, en el título tienes las
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de esta semana.
Los dados de marfil rodaron sobre el tablero.
El jugador levantó la vista al cielo nocturno, envuelto en tinieblas.
Un dos.
Odio los jueves. Son el peor día de mi semana.
Si tú también sientes el influjo demoledor de los jueves hundiendo tu creatividad y tu energía , te dejo en el título de este post
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para esta semana.