Este tren.
Que avanza miserable a través de la niebla. Gael se pone en pie, se sube el cuello del abrigo, mira a su alrededor y solo ve asientos vacíos. El único pasajero de este vagón vuelve a sentarse resignado. Mira por la ventana y solo ve la niebla. Espesa, profunda y plomiza.
