Esta es una novela para leer despacio, para disfrutar de la belleza de los escenarios, descubrir personajes excepcionales, asombrarse ante los matices y las contradicciones, detener el tiempo y sentarse a leer a la sombra de un cerezo.
David B. Gil, apasionado por Japón y la novela histórica, ha hecho un trabajo minucioso de investigación que resulta en una novela muy documentada y fiel a la época. El ritmo es pausado, pero dinámico, y de la mano del joven Seizō Ikeda —y su mentor Kenzaburō Arima— por un lado y del médico Ekei Inafune por otro, el lector recorre un Japón apenas pacificado y en frágil equilibrio.
Si estás pensando que este es otro libro más sobre samuráis, te equivocas.
¿Te vienes a conocer el país donde nace el Sol?