Una de las pistas con las que conocer los amores, manías y sentido del humor de un autor es la dedicatoria —casi un subgénero literario—. Una(s) frase(s) con la que el autor le da sentido a las horas que le ha llevado escribir el libro.
Hay dedicatorias que encierran un secreto, una traición, una venganza, un amor o una mentira. Algunos autores dedican su libro siempre a la misma persona y con la misma fórmula y otros prefieren la sorpresa.
Sea como sea, la dedicatoria dice mucho de quien la escribe, más que la propia obra.
Si necesitas inspiración, aquí tienes 12 libros con dedicatorias especiales.
A los que aciertan con los regalos:
y a los que prestan objetos mágicos:
y a los trabajadores:
A los valientes:
{Nota del autor}
No llegué a conocer en persona a Siobhan Dowd. Solo la conozco como la conoceréis la mayoría de vosotros: a través de sus extraordinarios libros. Cuatro novelas para jóvenes llenas de fuerza, dos de ellas publicadas en vida, dos después de su temprana muerte. Si no las habéis leído, poned remedio a ese descuido inmediatamente.
Este habría sido su quinto libro. Tenía los personajes, una premisa y un inicio. Lo que no tenía, desgraciadamente, era tiempo.
Cuando me preguntaron si estaría dispuesto a convertir su trabajo en un libro, dudé. Lo que no quería —lo que no podía hacer— era escribir una novela imitando su voz. Eso habría sido hacerle un flaco favor a ella, al lector, y sobre todo a la historia.
No creo que la buena escritura pueda funcionar así.
Pero lo que tienen las buenas ideas es que generan otras ideas. Casi antes de que pudiera evitarlo, las ideas de Siobhan me sugirieron otras nuevas, y empecé a sentir ese deseo que todo escritor ansía: el deseo de juntar palabras, el deseo de contar una historia.
Sentí —y siento— que me habían cedido un testigo, como si una escritora especialmente dotada me hubiera dado su historia y me hubiera dicho: «Adelante. Corre con ella. Métete en líos». Y eso fue lo que intenté hacer. A lo largo del camino tuve una única directriz: escribir un libro que a mi parecer a Siobhan le habría gustado. Ningún otro criterio importaba realmente.
Y ahora ha llegado el momento de pasarte el testigo. Las historias no terminan con los escritores, aun cuando sean muchos los que tomen la salida. Aquí tienes lo que se nos ocurrió a Siobhan y a mí. Así que, adelante. Corre con ello. Métete en líos.
A los amigos inimitables:
y a las personas extraordinarias:
OHHHH, ¡Si está mi dedicatoria! ¡Qué guay! Me ha encantado el post. Para los más curiosos decir que en mi caso me dediqué el libro a mí misma. Halaaaa, porque yo lo valgo 😀
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La dedicatoria de Anne Rice también la descubrí gracias a ti 😉
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Es uno de mis libros preferidos. Lo recomiendo encarecidamente. Y aviso que a mí no me gustó su saga de vampiros.
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Preciosa entrada, me encantó. Besos a tu alma
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¡Me encanta esta entrada!
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Hay todo un mundo detrás de cada dedicatoria
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